Problemas que enfrenta la niñez panameña en las zonas rurales y apartadas del país

A pesar de un crecimiento económico positivo, existen grandes desigualdades en Panamá: la brecha entre ricos y pobres aumenta. En 2008, el 32% de la población vivía por debajo del umbral de pobreza.

Muchos niños y adolescentes se ven directamente afectados por esta falta de equidad, especialmente los niños de las zonas rurales más remotas y los de poblaciones indígenas.

En nuestras visitas a poblados apartados de la Costa Abajo de la Provincia de Colón, nos hemos encontrado con cuadros muy desoladores que nos impactan por las condiciones de extrema pobreza en que viven las familias que habitan estos lugares. Entre los problemas que hemos observado podemos enumerar los siguientes:

  1. Falta de carreteras de acceso para comunicarlos con poblaciones más desarrolladas.
  2. Falta de Transporte para comunicarlos con las zonas más desarrolladas.
  3. Falta de utilidades: Agua y Electricidad.
  4. Falta de Centros de Salud cercanos.

La única forma de generar ingresos para las familias es vivir de lo que siembran y cosechan en el campo y del trabajo informal, lo cual se disipa ya que se trata de padres de familias que no cuentan con la planificación familiar para tener los hijos que pueden mantener, por lo que apenas les alcanza para alimentarse.

Los niños de estas zonas carecen de las atenciones básicas, como una buena alimentación, cuidados médicos, calzados y ropa. Nos hemos encontrado en nuestras campañas de asistencia social con niños que van a la escuela descalzos y que tienen que hacer tareas durante el día, porque en las noches se les dificulta, porque no tienen luz eléctrica.

A través de este medio queremos crear conciencia sobre la inmediata necesidad de tomar acciones concretas y viables para ayudar a los niños de estas zonas, por lo que sus donaciones son muy valiosas.

Sabemos que la tarea no es fácil, pero tampoco imposible y si nos ponemos la mano en el corazón estoy seguro que se espíritu y ánimo de ayudar a los más necesitados se contagiará a otros y poco a poco veremos los resultados de nuestro esfuerzo en aquellos niños y niñas que logran rompen ese círculo vicioso de la pobreza y logran salir adelante.

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